domingo, 12 de octubre de 2014

Patria

Últimamente nada te consuela,
ni siquiera la visión del atardecer en el Ebro.
Sueñas con risas familiares,
rostros que nunca han dejado de perseguirte,
con vientres maternos vacíos y desgarrados.
Tú que siempre fuiste una sin patria, 
echas de menos la tuya.
La casa donde te criaste,
la voz aguda de tu madre martilleandote las sienes,
los domingos de Formula 1,
el sonido de los pasos de tu abuela en la escalera.
Te das cuenta de que las patrias no son eternas y eso asusta,
asusta tanto que te esfuerzas por aprender a ignorarlo,
como ya aprendiste a ignorar tantos otros miedos,
como ignoras su presencia en los espejos
y los rastros de quimera tras de ti. 


1 comentario:

Carolina Vega dijo...

que versos mas bonitos!!!me han encantado :)
un besito cielo!!!